¡Bienvenido!

"Siente el océano de sombras, escucha las melodías del viento, y deja que el arrullo de las estrellas te envuelva con su manto de misterio."

domingo, 10 de marzo de 2013

5 líneas

La carne es vehículo del alma. Sí. Con todas esas dolorosas coyunturas de dolor/placer. La que siente no es el alma sino la carne. Por eso el desespero por alimentarla de oxígeno, de sangre, de besos, de sexo. Desde que nacemos, un dolor, nos arrancan del útero de la virtud, y somos obligados a respirar un aire viciado de excremento, de sombras grices y negras. Somos vidas y muertes, números, colores. Nada.

Y luego, nos acostumbramos tanto al hedor que nos gusta, y a veces pedimos más. Corremos, corremos, comemos cadáveres de las mentes de otros, y de eso se nos va llenando aquello que contenemos. Y lleno el cuerpo tanto como el alma, algunos procrean, algunos no. Algunos solo reproducen su mente, y la van plastificando, dejando souvenirs. Así como una camiseta estampada "I LOVE NY". Así como los lunares de mi nalga.

Es ridículo, a veces pienso. Tanto correr para hacer formación en la fila india que tiene como destino una guillotina. Cuatro párrafos, cada uno de cinco líneas, sin sentido. "PARA YA!" - "No, es que no puedo." - "¿Cómo no puedes?" - "Ah sí, no, es que no quiero."  Y a eso jugamos.  "APRESÚRATE!" - "Pero, así estoy bien." - "No, No! que no hay tiempo!".  Y, ¿qué es tiempo? Cuerpos convulsionados de segundos.

Y cuando entra en ti, el clímax, crees que eso es vida. O cuando estás en una playa, y la brisa cálida te hace olvidar que cada ola es una muerte. Y cuando ha salido, y se va, y te deja frío, es otra muerte. Y ¿qué hay de la muerte? Es el dolor más visceral de todos. Te pasas cada minuto de tu vida temiendole, aunque lo niegues, porque estás cansado de escribir, de respirar, de la sangre, de la felicidad, del dolor. 5 líneas. Incompletas.

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