¡Bienvenido!

"Siente el océano de sombras, escucha las melodías del viento, y deja que el arrullo de las estrellas te envuelva con su manto de misterio."

miércoles, 30 de noviembre de 2011

SKETCH


I sketched your face,in clear
With my pupils, with my hands
To keep you there
In the logical corner of longing;
between memories and smiles,
between the absurd and the strange
I kept you there.

And you, painted my silhouette
with your hands,
with your melancholic deep iris
you stole my rapt scent,
and sketched me again, in your dreams,
and, I don't know where
you caught me, when closing your eyes
in the dawn.
Two shapes
Two fates
Two shadows
Two stares
Then, Four steps.

Here, now, tomorrow? maybe ...
Have been so many times,
but it's never enough.

But then you smile
and all of it, just worth

The sunlight morning coloured your face
"It wasn't a dream ..."  You said.https://mail.google.com/mail/images/cleardot.gif
Two faces
Two mouths
Four hands
Four steps
And then, all was worth it
for me.

lunes, 14 de noviembre de 2011

My lady


Nunca dejaré que te arranquen de mi piel
es una promesa que grito hacia dentro
en mis profundidades.
Nadie me puede escuchar, es un secreto
una luz que brilla, pero que sólo yo veo
cuando cierro los ojos.



Eres virtud, vestida de negra seda.
Ese refugio gris, donde las almas encuentran refugio
más allá del mundo, de lo espacial.

Es allí donde yo te buscaré, querida dama...

Tu recuerdo será mi bastón
cuando a mí llegue la triste hora oscura.
Entonces, ya en mi ocaso
tomaré tu mano
Y una sonrisa bastará...
Recorreremos senderos
bañados de tu dulce eternidad.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Bad Dreams II


Es muy frío este cuarto, muy oscuro. Intento en vano encontrar en el aire la cuerda del interruptor de la luz. Tropiezo repetidas veces con varios muebles, mis ojos no se adaptan a los minúsculos fotones, acabo de entrar a la sala y me siento algo desorientada. ¡Al fin!... pero… ¡mierda!  No sirve, el bombillo se debe haber fundido. Doy tumbos por la sala hasta encontrar el largo pasillo. Cuando voy saliendo de la sala, caminando un poco a prisa por el frío tan brutal, algo en el piso me hace resbalar y caerme de culo. ¡Malditos niñitos! Dejan el desorden, ¡¡¡no saben ni comer!!! Mañana lo limpiaré, qué desastre debe ser esto con luz… hasta huele raro. Mi estómago ahora está descompuesto, ¡como para acabarla!
Tocando la pared me abro paso hasta el patio, oscuro también, donde está mi habitación. Es una casa grande, de una planta, compartida, pero hoy no hay nadie. La señora Cecilia se iba con su par de engendros al paseo anual de fin de año. Donde quiera que estén, deben estar mejor que aquí. A decir verdad, me agrada esta soledad, lo que no me gusta mucho es que ni el bombillo de mi habitación funcione.  ¡Puf!  Nada que hacer, sin luz en esta jodida casa, mejor me acuesto a dormir, además, ya son las 11.  Me desnudo, y me echo encima una cobija, hasta aquí llegó mi noche.
Doy vueltas en la cama, ninguna posición es lo suficientemente placentera, me duele horriblemente la espalda, ha sido un día duro. El trabajo, la universidad, mi maldita jefe que no sirve para nada… mientras intento dormir tengo fantasías asesinas, pero esos pensamientos pronto se disipan, porque luego está este tipo que me encanta del trabajo, tiene unos labios tan provocativos, y el trasero ni se diga, que nalgas tan ri…   Ah?   Momento. La casa está sola, pero escucho ruido en la habitación de al lado. De un brinco quedo sentada. Si son ladrones, lo mejor que puedo hacer es esconderme, si… debajo de la cama… no, no quepo…  !TOC TOC TOC¡  !Mierda¡  Golpean mi puerta… empiezo a sudar frío, todo mi cuerpo tiembla y me quedo inmóvil, sentada, al borde de la cama, como si una pinche puerta me fuera a proteger de los ladrones asesinos que deben estar esperando a que yo abra. ¡Joder! Veo sombras por la ventana de mi habitación. Ya no lo soporto, tengo que pararme a mirar. Maldita sea, cómo no me di cuenta, cómo no revisé la casa con una linterna o algo, debo estar loca, ¡tostada! Me pongo la levantadora.  Tomo el primer tacón puntilla que encuentro bajo la cama, tanteando con el brazo extendido y con la vista fija en la ventana, y me digo a mí misma: “¡Con esto le saco los ojos al hijueputa que esté ahí afuera!”
Salgo de la habitación, sin hacer ruido, con los pies descalzos, y tan pronto como toco el piso afuera de mi habitación, siento que camino sobre un charco espeso. Me asqueo, a punto de vomitar me derribo en la pared, tomo aire y regreso al objetivo. Miro con desespero para todos lados pero lo único que logro ver es oscuridad, tinieblas a mi alrededor. Siento pasos detrás de mí, en el pasillo. Mi ritmo cardíaco está acelerado, siento hormigueo en las manos, y mi respiración es entrecortada. Intento contenerla,  pero no puedo. Siento respiraciones en mi nuca, parecen varias, volteo desesperadamente pero no logro ver nada, no logro distinguir figuras, doy vueltas en el patio, toco las paredes, siento este charco bajo mis pies todo el tiempo, y creo volverme loca dando gritos apagados, esos gritos mudos que expiran antes de brotar de la boca….   Todo me da vueltas, esto parece un sueño…

Corro hasta la puerta, tocando las paredes, intentando no caerme. La pared está pegajosa, y hay un aroma a podredumbre en el ambiente. En medio de este estado, sé que debo buscar ayuda. Pero ya es muy tarde, me siento desvanecer…
Es Sábado, son las 6:30 am. Abro los ojos. Estoy tirada en el suelo. Me cuesta trabajo entenderlo, me he caído y el golpe en mi cabeza me ha dejado una costra de sangre seca, que duele mucho. La luz es tenue, apenas amanece. Miro a mi alrededor, estoy en la sala, justo frente a la puerta de la entrada. Lo primero que puedo ver con claridad es el chismoso que cuelga del techo, el que hace mucho ruido cuando se abre la puerta. Está intacto, parece una escultura colgante.  Me levanto, con mucho mareo. Cuando doy vuelta atrás, la realidad se transforma. Las paredes, el piso, todo está cubierto de litros de sangre. Me sobresalto y voy en reversa, inconsciente de lo que pudo haber pasado allí. Tanta sangre no viene de mi cuerpo, estoy bien, tan solo un golpe en la cabeza. Y, ¿los ladrones? ¿qué ocurrió? 
El rastro de sangre es denso, y se dirige por todo el pasillo hasta la habitación contigua a la mía en el patio. Debo descubrir qué hay allí. Mis manos están sucias de carmesí, como si con ellas…  ¡no!  Esto debe ser una mala broma de los escuincles.  Me dirijo al cuarto del fondo, con mucho temor, temblando, con los pies descalzos tratando de no untarme más. El asco me hace vomitar.
La puerta está abierta. Es la alcoba de Cecilia, la dueña de la casa. Ellos estaban de viaje. La realidad de lo que mis ojos, atónitos, ven, es escalofriante. Un cuarto lleno de sangre hasta en el techo. Dos niños de 10 años diseminados, por partes, en toda la habitación. Cecilia, decapitada, su cuerpo sobre la cama King size, y su cabeza sobre el armario, con los ojos azules abiertos. Mis manos ensangrentadas cubren mis ojos llenos del mar. Lo único cierto es que, ellos no se fueron de vacaciones, y yo, tal vez había compartido demasiado tiempo con aquella familia. La casa, finalmente, no era tan grande como yo creía.

Natalia Duque.